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Unas cuantas regiones del mundo combinan una variedad de condiciones que permiten la formación de fuertes tormentas y huracanes. La región del Caribe, en América Central, es la más expuesta a estos fenómenos naturales, además de otras áreas cercanas al Golfo de México y el Atlántico Norte, incluido el sureste de los Estados Unidos, especialmente los estados de Florida, Luisiana, Texas y Carolina del Norte.

La formación de un huracán es un proceso complejo que depende de una combinación de condiciones atmosféricas y oceánicas específicas.

En este artículo explicamos cómo se forma un huracán y las condiciones climáticas necesarias para su evolución en categorías más fuertes.

¿Cómo se forma un huracán?

¿Cuándo es la temporada de huracanes en Florida?

La temporada de huracanes en el Atlántico suele ir de junio a noviembre, y la actividad máxima se produce entre agosto y octubre. Durante este período, las condiciones climáticas son ideales para la formación de huracanes con vientos que pueden alcanzar velocidades potencialmente devastadoras.

Los huracanes se detectan con antelación

Afortunadamente, los huracanes son fenómenos naturales que, a diferencia de otros eventos trágicos de la naturaleza (por ejemplo, terremotos) pueden detectarse con anticipación (días o incluso semanas), lo que permite, en la gran mayoría de las veces, la adopción de procedimientos preventivos e incluso la evacuación de áreas potencialmente en riesgo.

IMPORTANTE: Este artículo tiene carácter informativo y no sustituye a las directrices oficiales. Si tiene un viaje programado a un área con riesgo de tormentas o huracanes, o si ya se encuentra en una zona de riesgo o afectada, es fundamental que esté al tanto de las actualizaciones de las autoridades meteorológicas y locales. Consulte fuentes oficiales, como el Centro Nacional de Huracanes y otras fuentes oficiales. Siga las instrucciones de evacuación y las medidas de seguridad recomendadas por las autoridades. Si es necesario, considere posponer o cancelar su viaje para garantizar su seguridad y la de su familia.

Cómo se forma un huracán

A continuación detallamos las principales condiciones climáticas necesarias para la formación de un huracán:

1. Aguas Calientes

El primer requisito para la formación de un huracán es la presencia de aguas oceánicas cálidas, con temperaturas de al menos 26.5°C hasta una profundidad de 50 metros. Estas aguas proporcionan el calor y la humedad necesarios para alimentar el desarrollo de la tormenta.

2. Baja presión y humedad

El calor del agua calienta el aire por encima de ella, haciendo que este aire caliente y húmedo suba rápidamente. A medida que el aire asciende, se crea un área de baja presión en la superficie del océano, lo que genera más corrientes de aire ascendentes.

3. Formación de ciclones tropicales

A medida que el aire húmedo y caliente sube, se enfría, formando nubes y liberando la humedad en forma de lluvia. Este proceso continuo de aire caliente que sube y se condensa forma una tormenta tropical que, si gana suficiente fuerza, puede clasificarse inicialmente como un ciclón.

4. Giro y Formación del Ojo

En la siguiente etapa y, dependiendo de las condiciones, donde hay áreas con baja presión, el aire tiende a moverse hacia esta área. Debido al efecto de rotación de la tierra, este desplazamiento da forma curva. En el hemisferio norte esta curva es hacia la izquierda y en el hemisferio sur, hacia la derecha, debido a un fenómeno llamado efecto Coriolis

Esta rotación de la Tierra hace que el aire alrededor del área de baja presión comience a girar. Cuando la velocidad de los vientos de la tormenta alcanza alrededor de 120 km/h, el ciclón se clasifica como huracán. A medida que el huracán se intensifica, se forma un “ojo” en el centro, que es un área de condiciones relativamente tranquilas y de alta presión rodeada de nubes de tormenta y vientos muy fuertes, conocidos como la pared del ojo.

5. Mantenimiento e Intensificación

El huracán continúa intensificándo a medida que sobrevuela aguas cálidas y húmedas, donde obtiene suficiente energía para la rotación. Se mueve de acuerdo con las corrientes atmosféricas y puede variar en intensidad. Cuanto más caliente está el agua y cuanto más baja es la presión en el centro, más fuerte se vuelve.

La intensidad de un huracán se mide por la escala Saffir-Simpson en las categorías 1 a 5, donde 5 es la más fuerte, con vientos superiores a 249 km/h.

6. Disipación del huracán

Los huracanes comienzan a debilitarse cuando se mueven sobre aguas más frías, tocan la tierra (un evento llamado “tierra”, cuando pierden la fuente de humedad y calor) o encuentran vientos de nivel superior que interfieren con su estructura. Cuando pierde fuerza, la tormenta se degrada en una depresión tropical.

Acerca de este Blog

En AMG International Realty, nuestro objetivo es brindar claridad y transparencia sobre temas importantes relacionados con Florida, ofreciendo orientación e información relevante para quienes viven, invierten o visitan el estado.

Este artículo es meramente informativo. A pesar de nuestra experiencia de más de 20 años en el sector inmobiliario de Florida, nuestras operaciones no incluyen servicios meteorológicos y no reemplazamos la información oficial proporcionada por las autoridades competentes en casos de fenómenos naturales, como huracanes. Por su seguridad, consulte siempre las fuentes oficiales y siga las instrucciones de las autoridades en situaciones de emergencia.